martes, 29 de abril de 2014

UN SENTIMIENTO COFRADE

Como todos los Sábados de Pasión, este año salí de mi casa pensando en ver la Cofradía de Nuestra Señora de la Humillación pasando por la Plaza del Ayuntamiento. Como iba a imaginar yo la sorpresa que me esperaba…

Yo estaba con mi hermana y mi madre esperando en la plaza a que llegara el paso. Cuando llegó, mi hermana se fue de repente en busca del Capataz y le dijo estas palabras: “¿Por qué no le dedicáis una levantá a mi hermano?”. El capataz, que llevaba un rato observando como yo contemplaba el paso, se puso delante, levantó los faldones y le dijo a los costaleros: “Quiero que hagáis una levantá como ustedes sabéis a un chaval que está en una silla de ruedas y es muy devoto de la Virgen”. Al momento, se quitó su medalla de la Hermandad, se vino hacia mí, me la puso y me dijo estas palabras: “el año que viene te quiero aquí”. Después, el capataz se fue de nuevo hasta el paso, cogió una de las rosas que llevaba la Virgen y me la entregó a mí.

En ese momento mi madre, mi hermana y yo rompimos a llorar de la emoción.

Desde ese día, sentí que la devoción a esa Virgen en concreto formaría parte de mi vida. Ahora miro su estampa de otra forma y espero que esta devoción que tengo siga para siempre. Me gustaría que Nuestra Señora de la Humillación me ayude como me ayudan otras Vírgenes a las que tanto aprecio.

José Antonio Moreno Serrano “Camero”

3 comentarios:

  1. Preciosas palabras... se nota el sentimiento verdadero.

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  2. hola camero me gusta estas son muy bonita

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